lunes, 10 de marzo de 2014

Hotel en el Desierto de Mongolia

Situado a unos es 800 kilómetros al oeste de Beijing, en la árida y desolada región de Xiangshawan, este hotel dispone de una original estructura basada en la repetición de carpas blanca triangulares con una inclinación de 45 grados y conectadas entre sí en una formación circular como un loto.

Son los pétalos de esta gran flor que actúan como techo (aquí se ha prescindido de tejas y ladrillos) para mantener el interior fresco. Todo el complejo está construido con materiales respetuosos con el medio ambiente. Se recurre a la energía solar y eólica, limpia y barata, para cubrir las necesidades de este peculiar hotel. Precisamente sol y viento es algo que sobra en este desierto.
Hacer que creciera esta flor no fue tarea fácil. Bajo la arena del desierto el suelo es inestable y fluctuante. Hubo que inventar un nuevo sistema estructural que fijara en la arena los paneles de acero sin la ayuda de hormigón o de agua. Esta estructura funciona como un barco flotando en el desierto, moviéndose al compás del movimiento de las dunas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario